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EL AGUA: ESTRUCTURA PROFUNDA EN EL IMAGINARIO ACUÁTICO
Daniel Álvarez Durán
Sociólogo
Jefe de redacción de Catauro, Revista de Antropología, de la Fundación Fernando Ortiz, Cuba

SUMÁRIO

A construção de um imaginário colectivo pelo grupo, para o qual a religiosidade aquática foi central, fundada em torno daquilo que considerei uma estrutura profunda: a água, considerada como depositária dos poderes divinos, poderes concentrados na designação de um sobrenatural (Deus) e estruturas que funcionam como suporte deste princípio, estas estruturas estarão vinculadas com os comportamentos face as ciências médicas, o ensino e a política e a resistência do grupo à participação real e efectiva. A água como expressão simbólica (adquire a sua dimensão a partir da crença nos poderes sobrenaturais), representa a vida e a reprodução da existência dos membros dos aquáticos. Este é o principal elemento de integração como símbolo e prática dos "Aquáticos".

ABSTRACT

La construcción de un imaginario colectivo por la agrupación, donde ha sido central la religiosidad acuática, fundada alrededor de lo que he considerado una estructura profunda: el agua, considerada como depósito de los poderes divinos, poderes concentrados en la designación de un sobrenatural (Dios), y estructuras que fungen como soporte de este principio, éstas estructuras estarán vinculadas con los comportamientos ante las ciencias médicas, la ensenanza y la política, y la resistencia del grupo a la participación real y efectiva. El agua como expresión simbólica (toma su dimensión a partir de la creencia en los poderes sobrenaturales), representa la vida y la reproducción de la existencia de los integrantes acuáticos. Este es el principal elemento de integración como símbolo y práctica de "Los Acuáticos".

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La historia de Antoñica Izquierdo y de sus seguidores, "Los Acuáticos", ha recibido diversas interpretaciones que llegan a nosotros, desde el horizonte de la década de 1930, en el que se produjo el evento milagrero en la Provincia de Pinar Río [1].Estos hechos prendieron con notable rapidez en la credulidad cultural poco elaborada y educada de los campesinos de la zona y habitantes de los contornos. Así como la predisposición a resolver los problemas acudiendo a creencias sobrehumanas, en este caso bajo el poder de la "curandera" y la sacralidad clásica del agua. En esta dirección, la creación y conservación de una ética y organización del grupo, va sujeta a la referencia de una historia sagrada (la acción mesiánica de Antoñica Izquierdo).

Antoñica Izquierdo González nació en la Finca "Las Ayudas", barrio de Cayos de San Felipe, Pinar del Río, en 1899. Antoñica fue una mujer con dotes extraordinarios, que realizó actos de curación (con el agua) milagrosos que según su discurso se producían bajo el cuidado de Dios, que le dio como oficio en la tierra purificar los males físicos y morales de los hombres y, así se ha reproducido su imagen a través del tiempo.

Sucedió en el año 1936 en el barrio de Cayos de San Felipe, municipio Viñales. La narrativa de los hechos es la siguiente: el hijo menor de Antoñica, enfermó con fiebres muy altas que lo pusieron en un estado grave. Por la precaria condición económica no logra que atiendan a su hijo en el hospital. Esto la precipita a una situación de desesperación casi demente. Entonces tiene la revelación, el 8 de enero de 1936, en su mente se le aparece la imagen de la Virgen María que le dice,- no te preocupes, tu hijo no morirá (Tolezano y Alvarez, 1987: 37). Y le recomendó que lo metiera debajo de un chorro de agua que caía de las canales del bohío, y así lo hizo, el niño de dos años de edad quedó curado. De esta manera a los ojos de los ojos de Antoñica quedó realizado el milagro.

Nuevamente se le apareció la Virgen y le dio dotes para curar a todo el mundo, con la condición de que no podía cobrar a nadie ni hacerlo por interés, todo le quedaba dado como el sacrificio que debía llevar por la salud de su hijo. Además Antoñica dice recibir de la Virgen un discurso operacional para su gestión milagrera: la Virgen le pidió que no hiciera uso de medicinas sino solo el uso del agua (que podía ser del río, del pozo, del

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arroyo, de cualquier lado ) (El Avance, 1938: 1); no tener vicios, no revelarse contra el gobierno de los hombres, aislarse de la actividad política, no inscribirse en los censos electorales ni votar, no ir a recibir educación pues el sistema enseñaba a explotar a los demás hombres.

Las opciones científicas médicas quedaban a un lado, por ser el instrumento científico una ayuda distante; en ocasiones por el propio desconocimiento o por incapacidad económica. En tanto que la Religión Católica aparecia en desuso, esta no solucionaba las múltiples enfermedades que, en apariencia, los baños de agua de Antoñica resolvian. La milagrera decia que los Santos estaban en igual rango que cualquier tipo de negocios, lo correcto era adorar a un ser superior. La prédica de Antonia contemplaba además de la curación, un refugio donde resistir, un apoyo espiritual y una guia de cómo obrar ante la realidad.

Más que una forma de ideas incongruentes, Antoñica proponía un modo de resistencia, no por medio del enfrentamiento sino usando la pasividad, la abstención. Su comportamiento reproducía las acciones de Cristo en vida, en ese sentido tiene un discurso anticipatorio, imitativo del calvario de Cristo, que ajusta a su situación y con ello también magnifica y legitima religiosamente su proceder. Pues ella pedía que no se violaran las leyes del Estado, pero al mismo tiempo prohibía la inscripción en los censos electorales y no votar [2], porque de hacerlo el Diablo se apoderaria de sus almas. Con todas estas prédicas, trasmitidas oralmente, aglutinaba a centenares de fieles, se convertia más que en una alucinada, en una líder entre los campesinos y ante los ojos de los políticos, en una rebelde.

Con relación a la activación de su memoria histórica o historia de fundación, la figura de Antoñica ha pasado a formar parte del compuesto ideacional del grupo, ella no figura dentro de las personificaciones divinas que componen sus significaciones religiosas, sino que se integra como génesis de su historia.

Es una presencia permanente de la memoria, que estimula consciente o inconscientemente la unión alrededor de una común historia. Compartir una

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historia implica la posibilidad real de comunes expresiones socioculturales e ideológicas.

Antoñica apareció como un lider que era validado por su condición de enviada de Dios y como una representante de las condiciones socioeconómicas y culturales del campesinado cubano (y en particular el de Pinar del Rio) así permaneció en la memoria de " Los Acuáticos", la representación que se hace de su figura pone en punto de equilibrio la imagen que integra un don sobrehumano y la condición de un ser terrenal. En la actualidad la figura de Antoñica [3] y la historia que representa figuran como activación y perpetuidad de las estructuras que conforman el sistema acuático.

El grupo de "Los Acuáticos" a los que haré referencia se asienta en el municipio de Viñales, donde se concentró esta investigación, que abarca la década de 1990. El municipio de Viñales está ubicado en la porción central y norte de la provincia de Pinar del Rio. Los limites municipales son: al norte, el Golfo de México; al sur, los municipios de Pinar del Río y Consolación del Sur; al este, el municipio de La Palma; y al oeste, el municipio de Minas de Matahambre.

Las familias acuáticas eran seguidoras de la fe de Antoñica Izquierdo (1899-1945), muchos cambiaron la ciencia médica por las curas con el agua, a partir de que alguno de sus hijos o familiares no conseguían restablecerse de determinadas enfermedades y Antoñica con su don los curaba. Las familias adoptaron los principios del acuatismo como su forma de vida, por lo que fueron hostigados principalmente por el acto de no participar en el censo ni en las votaciones electorales, sumándoseles el no acudir a la ciencia médica que afectaba la economia de los médicos, estos acontecimientos sucedieron a finales de la década de 1930 y principios de 1940.

El 9 de abril 1943 las familias acuáticas se instalaban en la Sierra de la Penitencia, hasta hoy dia (2001), cuando solo quedan siete familias habitando la zona (con un total de 42 personas), el resto ha bajado al Valle

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del Cuajani y continúan la creencia (con sus matices), otros han dejado la fe y se han despalzado hacia el pueblo y otras regiones del pais.

El asentamiento acuático se enmarca en el Valle del Cuajani y la Penitencia (zona de lomas de la Sierra del Rosario). Limita geográficamente por el sur con El Pinar (Las Pizarras), al norte se encuentran las montañas de Guaniguanico, al este a partir de la prolongación de Valle, Dos Hermanas, y al oeste el Sitio Moncada, Sierra Lumbada. El nombre del Cuajani según uno de nuestros informantes [4] tiene muchas versiones. "Aquí existía un bosque, una selva prácticamente, que se fue falando-talando-talando y ya prácticamente no hay bosque. Hace 100-200-300-400 años era una zona donde había mucho Cuajaní, un árbol muy robusto, muy alto, crecen hasta 20 y 25 metros. Hay versiones de que el nombre es por ese árbol o que sea de origen aborigen, hasta ahora no se ha determinado eso. Yo lo asocio con Penitencia, la Penitencia que está al fondo del Cuajaní, se le puso así porque era pantanoso en aquel tiempo, muy boscoso y había mucha maleza. Entonces verdad que era una penitencia llegar hasta la Penitencia " (informante clave). [5]

En la actualidad el paisaje se nos devolvía otro, el Valle aparecia laborado por acuáticos y no acuáticos. El sitio de la Penitencia se figuraba como una loma, en donde residen siete casas de acuáticos. La última de ellas situada a un aproximado de una hora de camino en ascenso y pequeños descansos. Aquí habitan, "Los Acuáticos" que conservan con más fortaleza la creencia. Las características esenciales que los definen es la cura de enfermedades con agua, la no participación en la enseñanza por medio de escuelas, la no utilización de las ciencias médicas y la no intervención en la política y organizaciones de masas que propone el proyecto revolucionario en la actualidad.

El agua ha estado presente en la mentalidad de los hombres como un elemento esencial para su existencia. La representación del agua por los seres humanos trasciende el ámbito del conocimiento científico para integrarse en un complejo universo ritual y simbólico en el campo cultural. El

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agua contiene la significación de anteceder a las formas (Eliade, 1979: 165-166), es la actividad preformática, simboliza la forma que precede a la creación como elemento primigenio.

En diversas culturas y religiones aparece este elemento con usos y caracteristicas similares. Es el caso de amplios sistemas como el Hinduismo, el Cristianismo y el Budismo que utilizan el agua en su proyección litúrgica (ocurre también en las demás formas de religiosidad que existen). También se encuentra en fórmulas de curanderismo y una referencia amplísima de refranes populares. El agua viene asociada a funciones purificadoras y regeneradoras como una acción divina.

Los rituales de agua tienen en forma general la concepción simbólica de un retorno a la creación, del nacimiento de los mundos, que se va reproduciendo y dinamizando por agregados históricos, que añaden significaciones a la estructura simbólica ya existente. Este ritual y la idea del agua como significación divina puede ser utilizada como forma terapéutica o de curación, este es el caso particular de "Los Acuáticos".

Cuando Antoñica Izquierdo asume como un hecho que La Virgen María se le aparece y le concede los poderes de curación a través del agua, incluía no solo el acto de curar los males físicos de las personas sino ocuparse de aliviar las carencias espirituales y de salvar a los pecadores antes de la Semana Santa. Este tipo de creencia en el agua y actitud mesiánica hace uso de un tipo de ritual muy utilizado por la curanderia en Cuba cuya figura sociológica -"el curandero"- aun continua siendo significativa sobre todo en áreas rurales. Este uso característico del campesinado que no tenia acceso a todos los servicios médicos y utiliza en los ungüentos curativos el agua como un elemento básico. También ocurre en las religiones de origen africano en las recetas de Santería [6] y algunas oraciones populares que

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integran el elemento agua, al igual que los espiritistas [7] que trabajan con bazos de agua como elemento permanente de asistencia.

"Los Acuáticos" usan el agua tanto en la ablución como la aspersión y en gran medida como efecto curativo. Esta herencia tiene la imagen de Antoñica con una copa en la mano rociando agua por los cuerpos de sus fieles, haciendo curaciones maravillosas y despojando el mal de las almas de los hombres. Todo lo anterior acompañado de rezos ininteligibles y de su frase de despojo -"perro maldito para el infierno".

El sistema de religiosidad de "Los Acuáticos" es un sistema fundamental de acción y organización de la agrupación. La religiosidad [8] desarrollada por el acuatismo se forma a partir de su creencia en la divinidad del agua. Entendemos por la creencia "...en su acepción religiosa o de la posibilidad de que 'algo existe' a un efecto de la proyección efectiva de la conciencia, características de la unidad biofísica y psíquica de lo humano en la vida" (Mauri, 1996: 15). La creencia esta en la base de todo pensamiento religioso, en la religiosidad se reproduce las estructuras que componen la

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creencia. Tal construcción elabora representaciones, símbolos donde se trasmite la creencia de un poder trascendente, extramundano, sobrenatural (Dios) y organiza a la creencia estructuralmente. También realiza por medio de la creación de símbolos una actualización de sentidos en las siempre dinámicas relaciones de socialización y reproducción, este movimiento esta invariantemente asociado a la incorporación de un poder superior, al cual el individuo permanece sujeto.

En el plano de las creencias residen las más fuertes ligaduras sociales, la construcción y reproducción de símbolos, representaciones y significados colectivos e individuales, en la agrupación logran producir el sentido necesario para su integración y permanencia. En palabras de un acuático, "a mí me ha ido bien con mi creencia y no pienso dejarla". Actualmente los integrantes del grupo se refieren a que ellos pueden continuar su fe viviendo en otra zona no acuática, sin embargo más tarde agregan que le gustaría vivir al lado de una persona igual que ellos para compartir sus experiencias.

Se dan dos ideas que en apariencia se contradicen, pero conservan una lógica invisible. Inmediatamente surge la imagen de una autonomia familiar, donde se producen las principales construcciones y reproducciones socioculturales pero seguidamente se representan su autoimagen en la soledad, fuera de su contexto. Aquí ocurre una elaboración ideacional colectiva, que establece una implicación relacional de diferentes niveles sociales, para que se desarrolle su expresión religiosa debe estar precedida de un imaginario compartido. Se establece una relación paradójica, donde se es independiente de expresión y dependiente de contexto. Por un lado la familia y los individuos son influidos por el grupo (también el entorno social) mientras que estos son creadores y transformadores del sistema sociocultural del grupo, existe una relación mutua.

La transmisión de la creencia se realiza principalmente dentro de las prácticas de cada familia, pues este sistema de religiosidad no contempla un lugar o espacio de reunión dentro del grupo o institución religiosa, tampoco propone un líder religioso que promueva las normas y valores a seguir. Los integrantes acuáticos trasmiten la fe sobre las curaciones del agua, en la propia práctica cotidiana. A Ellos desde que son niños los curan con baños de agua y les cuentan la historia de Antoñica Izquierdo, así se apropian del contexto por medio de sentidos y significados compartidos. Cada familia conserva la memoria que se ha trasmitido de forma oral de los que vivenciaron los hechos, de la Virgen de Los Cayos (Diario de la Marina,

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1936: 2), [9] a sus descendientes. De modo que todos toman parte de una común narración fundacional, entonces es este un elemento básico de identidad y proyección de su sistema social.

En este sentido las redes de estructuración de la creencia son muy débiles, por el hecho de no contar con determinados rituales y festejos que socialicen esta expresión en el ámbito grupal. No existe actos proselitistas ni de convencimiento sobre los objetivos del acuatismo, a niveles tales que no se coerciona (normativa ni afectivamente) a los integrantes de este grupo si toman la decisión de abandonar la creencia. A pesar de no existir dogma elaborado, ni una liturgia ortodoxa alrededor de una normativa y una ética religiosa que centralice la organización y las formas de expresión, la permanencia de las prácticas acuáticas solo se contrastan dentro de la agrupación, pues a la vez que hay una movilidad hacia otras zonas donde no habitan acuáticos la creencia se debilita o desaparece.

Este comportamiento potencializa la individualidad de cada uno de sus miembros, el asunto de cómo creer o no creer es una decisión particular. Esto propone un sistema social abierto en lo relacionado con el destino de vida individual, sin embargo la cultura que se ha generado en la mentalidad colectiva del grupo hace el recorrido contrario, hacia la clausura con su entorno social. De esta contradicción surge cierto equilibrio, los procesos de resocialización y los cambios de mentalidad sin abandonar la creencia (un sincretismo) funcionan como escape de las tensiones y conflictos hacia el interior del grupo. Existe una continua generación de sentidos que logran adaptarse al cambio.

En este sentido el centro de la creencia es el agua como vehiculo identitario portador de lo divino, la construcción de una religiosidad en el grupo organiza y normativiza la creencia estableciendo cierta causalidad con la fe en Dios, él es el responsable de las dotes del agua, por tanto a su figura y al complejo simbólico que él representa se debe establecer adoración y fidelidad. "Yo creo que es verdad, que en el mundo hay un Dios que hizo el mundo" (integrante acuático).

Se crea la estructura donde se asienta la creencia, y ella esta utilizada como resistencia al sistema social desde el tiempo de Antoñica Izquierdo, se

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moviliza espontáneamente hacia los sectores que más inciden en su situación social, grupal e individual. Entonces las prédicas formalizan determinadas prácticas (la enseñanza, la salud y la política) como formas efectivas de estructuración alrededor de la creencia, estas conformarán relaciones que deben cumplirse como sustento simbólico del uso del agua, en su condición de elemento curativo, terapéutico y de existencia.

El ritual de la curación con agua se realiza dándose baños tres veces al día y nunca después de las comidas. Un primer baño al amanecer, el segundo al mediodia y último al atardecer (las personas más jóvenes pueden realizar los baños a cualquier hora). En este caso se flexibiliza el ritual sin que se afecte la práctica. Las abluciones se realizan en números nones tantas veces se deseé. Algunos usan tomar buches de agua en números nones como complemento. Todo este ritual va acompañado de un rezo -en nombre de Dios y Maria Santísima - y piden el restablecimiento de su salud.

El nombrar a un grupo de hombres y mujeres como "Los Acuáticos" es la primera señal identitaria comportida por los pobladores de Viñales. Se trata de un acto de significar como lo más distintivo en las prácticas de la agrupación, este ejercicio realiza una función performativa, donde el símbolo del agua genera sentidos y significados del como hacer (y ser) en las relaciones sociales. El uso del agua tiene la virtualidad de la fundación y diferenciación, en este elemento no se define la totalidad del acuatismo, sin embargo denota la relevancia que ocupa en las estructuras internas de la actividad del grupo. Alrededor de la simbologia del agua se integran el resto de las estructuras sociales, para producir las expresiones de lo que hoy se conoce como el acuatismo.

La relación con el agua se configura a partir de propiedades sobrenaturales que le son conferidas, el agua es el elemento mediático que asegura la fe que se tiene en la figura sobrenatural (Dios) como solución de sus problemas, desconocimientos y extrañamiento del mundo.

El elemento agua por si solo no produce ningún efecto más allá que el biológico, las propiedades milagrosas del agua estarán precedidas y reivindicadas por el sustrato de religiosidad que predomine individual y grupalmente. El agua como expresión simbólica se utilizará por "Los Acuáticos" para los males físicos (enfermedades), como instrumento de curación, de tal modo que el agua representa la vida y la reproducción de su descendencia. De esta relación surge la importancia del agua como

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mediadora de una voluntad de curación, una estructura profunda en la mentalidad de la agrupación acuática, en lo que se convertirá en la más dogmatizada, legitimada y resistente de las expresiones del acuatismo.

El mantenimiento del uso del agua como única forma de curación es lo que provoca conflictos intergrupales, es decir los habitantes de la Sierra que conservan estrictamente esta actividad provocan la intervención de las autoridades del Estado (médicos y policías) para preservar la salud de los integrantes acuáticos. La razón es que se han producido algunas muertes que según los informantes podían haberse salvado con una atención a tiempo de los médicos. Según "Los Acuáticos", "cuando la muerte viene y le toca a uno, si estás metido dentro de todos los médicos del mundo, te toca te mueres porque de la muerte no hay nadie que le escape. Todo el que nace tiene que morir" (integrante acuático).

Esta lógica dispone una justificación a partir de un destino prescrito para cada individuo, con agua o medicina tienen las mismas posibilidades de vida, es un problema de creencia. Muchas veces se escucha que las personas cuando se curan con medicina es porque tienen la creencia en que esta forma le es efectiva, es decir "Los Acuáticos" no valoran las diferencias en relación con el desarrollo de una ciencia, claro está que este análisis queda lejos de su referentes simbólicos, la comparación se establece a partir de la creencia hacia uno u otra práctica.

Los integrantes de la agrupación no pueden quedarse sin respuestas ante fenómenos que muchas veces no les encuentran solución, sino estarian desprotejidos. Por tanto, resuelven el desconocimiento a partir de referencias simbólicas sobrenaturales, e interpretan los actos de los hombres que le rodean como otro sistema de creencia sobre los mismos hechos no controlables (la vida y la muerte, enfermedad y salud) en este caso la ciencia médica. Se hace evidente que permanece una mentalidad que no traspasa el pensamiento mágico-religioso que mantiene una rigidez de sus estructuras hacia el cambio. Este simbolismo que se crea por desconocimiento a un fenómeno, se integra como forma de representación y control de su sistema social. En tanto se construye un imaginario compuesto por estas expresiones que entra en contradicción con el imaginario del sistema macrosocial (proyecto revolucionario), que propone atención preventiva y directa a partir de la especialización de las ciencias médicas (un pensamiento científico-racional).

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En este sentido Ias enfermedades de tipo viral se curan solas,"no con agua, aunque la ingestión de agua es un disolvente por excelencia y ellos toman más de lo normal" (informante clave). "Los Acuáticos" son capaces de soportar el malestar hasta que las defensas del organismo los curan, pero si es una infección tienen que usar antibióticos porque sino tienen gran probabilidad de morir, "de la zona se han puestos dichosos entre comillas porque algunos se han muerto" (informante clave). Todo esto quiere decir que el medio ecológico influye directamente en el mantenimiento de la salud y por ende las curaciones con agua no enfrentan complicaciones serias en el organismo, de modo que se perpetúan las curaciones con el agua, pues sigue existiendo efectividad a los ojos de "Los Acuáticos", [10] es una forma de performatividad social, se observa de la realidad lo que se ha preconformado conscientemente como criterio de verdad.

Las relaciones que se establecen entre el sistema micro y macrosocial son en gran medida conflictivas por no existir un acercamiento sutil de las estructuras de Salud Estatal para destensionar los vínculos de comunicación. Sin embargo, cuando sucedan cambios de mentalidad del tipo de los habitantes del Llano (un imaginario sincretizado) o alternativas donde se flexibilicen estas prácticas de curación con el agua el imaginario acuático hará movimientos de cambio en su complejidad como un mismo sistema o pasos a su desintegración hacia otro sistema con otros grados de complejidad.

En relación con la reinterpretación de las instituciones y el cambio de mentalidades se puede observar los comportamientos ocurridos en la década de estudio. En este período ocurre un cambio de proyección en la vida de algunas familias acuáticas, se desarrolla una mentalidad sincretizada con referencia a las prácticas del acuatismo. Se produce un desprendimiento del imaginario legitimado por los propios integrantes del grupo, hay una recontextualización o actualización del imaginario, esto se observa en una mentalidad de Sierra y otra del Llano.

Los cambios ocurridos tocan con mayor o menor intensidad todas las estructuras de la religiosidad acuática. Con relación a la creencia, vinculada

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a las estructuras profundas de su sistema, se mantiene la creencia en Dios ("sí creo en Dios ¡alabaoo!", integrante acuático), en todos los Santos de la religión Católica, en los poderes del agua y conservan la historia de Antoñica Izquierdo.

Las estructuras que soportan a la creencia (expresiones ante la salud, educación y política), surgieron esencialmente por cumplir un acto de rebeldía y resistencia a lo que históricamente significaba hostilidad. Estas son Ias primeras en cambiar. En su entorno social suceden cambios de contexto y de significaciones que eliminan determinados conflictos. Nos dice un informante, "yo me sentía mal, sentia complejo y con el agua sola no se me quitaba, y entonces fui al especialista. Cualquier cosa es posible, cuando tu vienes a ver lo mismo voy al especialista si me duele la cabeza o me siento mal, tengo fiebre o lo que sea -lo mismo voy y me doy un Baño" (integrante acuático).

A través de las representaciones individuales y colectivas, como las relaciones en el universo simbólico que los distinguen, se ha creado una prolongación de la cultura de su grupo. Esto ha permitido una interacción ideacional donde el grupo se torna más heterogéneo y la identidad se compone por la diversidad. Como se ha dicho no existe prejuicio con las decisiones individuales, por lo que no ha ocurrido una escisión del grupo como referencia ideacional y de relaciones objetivas. Se produce una complejización del sistema de religiosidad acuático, que persiste mientras existan las estructuras fundadoras del acuatismo.

El imaginario social crea una representación de sí mismo del grupo o comunidad y por ello genera modelos formadores, desde los que actúa, como representantes, según el horizonte histórico donde se exprese su formación. En esa misma dirección, delimita el territorio donde actúa como propio, especifica fronteras, establece las relaciones con los otros. Aprehende y recrea el presente, proyecta el futuro, crea medios de protección y sobre todo, trasmite ese imaginario de una generación a otra, para que se perpetúe.

Los imaginarios sociales y las formas simbólicas en las que descansa la imaginación, forman parte de complejas relaciones entre "mitos", "leyendas", "representaciones", "utopías" e "ideologías" como componentes de una profunda tradición cultural. De modo que los imaginarios funcionan

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precisamente en la interrelación con otros imaginarios, denotando la capacidad de variación, adaptación y diferenciación.

Los sistemas sociales a través de la imaginación simbólica logran producir significaciones y representaciones que funcionan como control social. Se institucionalizan prácticas que toman formas de normas, valores, creencias, costumbres, historias sagradas que se estructurarán como expresiones de vida, y que formarán parte de las acciones de clausura social, como esa expresión ideológica que está en la base oculta de los imaginarios. Los imaginarios sociales son centro de conflictos internos y externos, la interacción entre estos contiene fuerzas ideológicas que procuran un cierre social, una homogeneidad de los sistemas sociales alrededor de un ideario legitimado.

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NOTAS

[1] Provincia ubicada en el extremo occidental de la Isla de Cuba.

[2] En el período neocolonial de Cuba (1898-1959) por intereses políticos y económicas, se producian extorsiones y manipulaciones de la población por parte de los sectores de dominación.

[3] Muere el 1ro de marzo de 1945, por causa directa de ascitis e indirecta de sicosis paranoide.

[4] Entrevista realizada a Jesús Arencibia Coro ("El poeta de Guaniguanico").

[5] Se entiende por informante clave determinadas personas que por su posición oficial y por su condición de miembros de la comunidad logran captar de forma global información sobre el objeto de estudio.

[6] Santería: Religión popular, conocida también como regla de ocha, u ocha-ifá, que en liturgia y concepciones miticas fusiona componentes de origen africano (principalmente yoruba y adyá-fon) e hispánicos (vinculado con el catolicismo), pero con características originales por la aglutinación de antiguos cultos locales en otro más abarcador y participativo a nivel doméstico. La santería cubana posee sus casa-templos en la propia vivienda de los creyentes; pero estas se diferencian de acuerdo con las jerarquías y sus posibilidades económicas. Algunas de ellas nuclean en torno al prestigio de padrinos y madrinas de "santo" un gran número de adeptos. Posee un complejo proceso de iniciación, que contribuye a la formación de valores éticos relacionados con la concepción del mundo reflejada en la práctica religiosa. Emplea diversos medios de adivinación mediante cuatro pedazos de coco (obi), dieciséis caracoles cauris (dilogún), la cadena de ifá (opkuele) y el tablero de ifá (babalawo). El proceso ceremonial y festivo, según los diferentes aniversarios, incluye varios conjuntos instrumentales, múltiples cantos y bailes, que forman parte esencial de las actividades religiosas. En la lengua ritual se emplean remanentes del yoruba. Dentro de la Isla, esta religión se extiende por todo el país con mayor énfasis en la mitad centrooccidental. Tomado de CD Rom. Atlas etnográfico cubano, Cuba, 2000.

[7] "El curanderismo se funda en ideas y prácticas mágico-supersticiosas en un nivel empírico; por tanto, sin una argumentación teórica elaborada sistemáticamente. La idea de que se ha recibido un 'don' de algún espíritu -en el caso del espiritismo especificamente- para hacer curaciones, es el núcleo de la relación entre el curandero y el enfermo, quien de este modo se predispone a ser curado. Asi el espiritismo contribuyó, desde sociedades anteriores, a la difusión del curanderismo sobre todo en las zonas rurales, a causa principalmente de la ausencia de un sistema eficiente de asistencia social para la población carente de recursos y la abundancia de centros espiritistas o espiritistas individuales" (Argüelles Mederos y Hodge Limonta, 1991: 187-188).

[8] Entendemos por religiosidad "cualquier representación ideal, símbolos, emociones, estados de ánimos, actividades y organizaciones en las que esté presente la creencia en la existencia objetiva de lo sobrenatural y su intervención efectiva en procesos naturales y sociales. En esta definición lo sobrenatural aparece comprendido no solamente en su variante personificada (deidades, figuras y entes), sino que incluye también a fuerzas y poderes a los que se les atribuyen la causalidad, superior e independiente de nexos naturales y sociales". Tomado de Díaz Cerveto y Perera Pintado (1994: 2).

[9] Denominación utilizada por la prensa de la época para referirse a Antoñica lzquierdo.

[10] Según información del médico de la familia del Valle de Cuajani las enfermedades que predominan en la Sierra son la cardiopatía isquémica y el colesterol elevado, y en el Llano la que más incide es la insuficiencia cardiaca.