¿Qué nos dicen las paredes? El arte callejero y las potencialidades para el desarrollo del pensamiento crítico

Resumen

La cultura del grafiti ha preservado, desde sus orígenes, una función comunicativa de carácter intervencionista y de denuncia. Dicha cultura se materializa principalmente en las grandes ciudades y en espacios públicos que pueden ser, al mismo tiempo, periféricos y de gran visibilidad. Reconociendo que esta forma de expresión no ha perdido sus características originales, ha experimentado transformaciones que, en paralelo con los cambios sociales, políticos, culturales y económicos de las sociedades, proponen una visión renovada sobre el potencial que encierra para la educación en la ciudad. Con el soporte teórico de las perspectivas del materialismo histórico-dialéctico, la cuestión a la que este artículo pretende responder es cómo este arte callejero traduce un potencial educativo, en la medida en que puede fomentar el pensamiento crítico sobre cuestiones sociales, muchas veces divisivas. Metodológicamente, el estudio, que se desarrolla en la ciudad de Oporto, recurre fundamentalmente al método etnográfico, con apoyo de técnicas de métodos visuales, como la fotografía. A partir del análisis de los datos obtenidos, exploramos específicamente en este lugar las expresiones de esta forma de arte en torno a la cuestión social de la vivienda. Los resultados indican que el contexto más libre de la calle potencia el desarrollo de la expresión sobre las demandas latentes de cada artista.